martes, 17 de mayo de 2011
12:06 | 
Publicado por
Ramona Santana |
Todos sabemos que el sentimiento que mueve al mundo es el amor. Por este sentimiento los humanos hacen lo imposible porque este le sea correspondido, cuando hay amor no existen fronteras, condiciones sociales, raza o color que impidan que dos corazones unan sus latidos en un solo latir. Se juegan todas las cartas a fin de obtener lo se que busca. Cuando este sentimiento ha sido correspondido todo gira armoniosamente. Este amor correspondido hace que la persona se sienta segura, aumenta la estima, existe una gran motivación en todo lo que hace. Pero qué pasa si este sentimiento no es correspondido o simplemente hubo una ruptura definitiva. Hay quienes no aceptan una ruptura y más aún cuando esta separación no fue por un mutuo acuerdo, al no aceptar que no puede ser o que sencillamente se terminó, esta hace miles de intentos en busca de una nueva oportunidad. Estos intentos se convierten muchas veces en manipulaciones , el dependiente afectivo teme a sentirse solo y al mismo tiempo son tan complacientes que se le hace difícil a la pareja dejarlos solos.
Hasta qué punto el límite de mantener una relación es normal. Se ha determinado que las personas que padecen Dependencia afectiva presentan dos características básicas. En primer lugar permite que otra persona sea quien tome de forma pasiva las desiciones más importantes de su vida, porque les falta confianza y se sienten incapaces de funcionar de manera independiente. En Segundo lugar para asegurarse de que no perderán su posición dependiente, someten sus propias necesidades a las necesidades y demandas de otros. Las personas dependientes temen a la separación y tienen una necesidad excesiva de que alguien las cuide. Estas suelen ser sumisas, apagadas, sienten miedo a la soledad, son personas con una estima muy baja y muchas veces este sentimiento se convierte en una manipulación, una obsesión por tener o retener a la persona a cualquier costa, en la mayoría de los casos se niegan a aceptar que es un estado patológico. Las personas con estos trastornos tienen por un lado condiciones variadas de vulnerabilidad y factores de riesgo y por otro características de resiliencia. Véase (DSM IV – Eje II) La causa de este trastorno aún no esta del todo clara. Una posibilidad es que los individuos dependientes tuvieron padres sobreprotectores que le hicieron la vida muy fácil cuando era niño que nunca aprendieron habilidades de afrontamiento.
Entre las característica clínicas para considerar trastorno de la personalidad por dependencia tenemos:
1. Incapaz de tomar decisiones cotidianas sin asesoría y apoyo excesivo de otra persona.
2. Permiten que otras personas tomen decisiones importantes de su vida. (Por ejemplo si debe o no casarse y tener hijo, que carrera estudiar, que prenda de vestir usar para ir a un evento importante)
3. Dificultad para demostrar su descontento con otras personas por temor a perder su apoyo.
4. Dificultad para iniciar actividades en forma independiente.
5. Preocupación frecuente por temor a cuidar de si mismo.
6. Sentirse indefenso cuando está solo debido a un temor exagerado a ser incapaz de cuidarse a si mismo.
7. Cuando termina una relación estrecha, busca de manera indiscriminada otra relación que le ofrezca aceptación.
8. Hacer evento excesivos para obtener aceptación y apoyo de los demás.
La búsqueda excesiva de amor consolida a este trastorno a que los dependientes se las ingenien para evitar la soledad. Por ello siempre tienen una pareja y, cuando ésta falla, establecen una relación inmediatamente después de otra. “En una relación normal, tras la ruptura suele darse un periodo de duelo en el que rara vez se desea establecer una nueva relación”
De las as características mencionadas , si posee al menos cinco usted podría parecer este trastorno, ante esto se hace necesaria la ayuda terapéutica.
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