miércoles, 15 de junio de 2011





Aquellos que entienden que tienen el poder sujetado a sus manos, y aquellos que sucumben ante la presión social, son sin duda un sinnúmero de debilidades y flaquezas, maquillas y etiquetadas bajo el nombre de MÁSCARA. Para una mejor comprensión del texto debo aclarar el término máscara. “Máscara” del griego Prósopon que significa “Persona“, y en latín la palabra “Persona’’ significa máscara,  la cual hace alusión al papel que cada individuo interpreta ante la sociedad.
El reflejo de arrogancia es  debilidad y quienes se rinden entienden que darse por vencido es creer que los problemas se acaban por no resolverlos. Desde pequeños nos inculcan valores, nos enseñan a relacionarnos con los demás y hasta cierto punto lo que debemos hacer y lo que no, en nuestra vida adulta. Esto significa un desafío para quienes no se ajustan  al medio deseado y evidentemente este deseo de lograr escalar a la aceptación de un grupo, a un nuevo estatus o  captar la atención de una masa determinada hace que nos comportemos y actuemos como no somos en realidad. No hemos preguntado en algún momento de nuestra vida que precio se está dispuesto a pagar a fin de ocultar quien es en realidad, o de qué se es capaz en un momento determinado. Por lo general siempre se tiende a estar bajo perfil; de esta manera no se sabrá que pasa en realidad. Lo que se ignora muchas veces es que hagas lo que hagas por ocultar quien eres en realidad, jamás se escaparán de si mismos.
La clave de enfrentar nuestra realidad no está en ocultarla detrás de una máscara, donde son guardados los errores cometidos en el pasado, el miedo a la soledad, o quizás lo débil que es, o sencillamente la permanencia en un estatus al que no corresponde. Es posible que todos en algún momento de nuestra vida hayamos usado una máscara como un escudo,  para protegernos de nosotros mismos y de los demás. Se hace necesario tener una  defensa para guardar las apariencias y aparentar lo que no eres en realidad. Lamentablemente muchos viven  enmascarado toda una vida y para mucho la mejor manera de enfrentar el rol que exige el nuevo estatus es una careta.
Muchas personas viven toda su vida enmascarado, simple y sencillamente porque la sociedad les exige asumir un rol determinado, lo cual sería contraproducente ya que la misma sociedad vive una vida de mentira, para las sociedades del  mundo actual ‘’La verdad’’ no existe.  Esta verdad es maquillada a favor de la masa pudiente, nuestro medios de comunicación tergiversan la verdad con varios propósitos. Uno de ellos es permanecer en el puesto a cualquier precio y otro obtener recompensa económica autocensurando y parcializando  la información. Y que decir de nuestras iglesias las cuales se han visto involucrada en numerosos escándalos, y por otro lado los feligreses quienes pregonan a los cuatro viento ‘’Llamarse Cristianos’’ cuando las acciones ejercidas por ellos dicen más que lo que predican. Muchos ‘’Cristianos’’ predican y hablan del amor al prójimo, pero al llegar a sus casas la realidad de otra; simple y llanamente porque al llegar a sus casas cambiaron la máscara. Gran parte de la motivación de estos cristianos es pertenecer a un grupo, por estatus, o por adquisición de poder ya que a través de este entiende que puede ser reconocido en otro ámbito. Lamentablemente la ignorancia mediatiza esta realidad.
La humanidad para ser realmente feliz no necesita poder, es lamentable que los pudientes mientras más tiene más quieren. La clave de la felicidad esta en el equilibrio no en los excesos.
 Amig@ lector  ¿Cuál es tú máscara? Irías hasta el final de tu existencia para ocultar cual es tu realidad? La verdad, espero que no, mi objetivo no es censurar tu accionar mas bien es que puedas enfrentar tu realidad.



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